Prevencion de Lesiones

Por Facundo Sánchez

 

A lo largo de su carrera, el deportista ya, sea amateur o profesional de deportes grupales o individuales, se ve expuesto a distintas lesiones deportivas llamadas también atiopatías. Estas dependen exclusivamente de las características de cada deporte.


Las podemos clasificar en “macrotraumáticas o agudas” y en “microtraumáticas o crónicas”. Las primeras son las que ocurren subitamente y en forma inesperada; entre las mas comunes podemos citar a las contracturas o desgarros musculares, los esguinces articulares, las fracturas o fisuras óseas y las contusiones sufridas por chiques o traumatismos directos que ocurren en los deportes de contacto físico. Respecto de las segundas, encontramos aquellas que tienen un inicio progresivo y que en primer momento le permiten al deportista seguir realizando la actividad, pero con el correr del tiempo, el dolor puede ser invalidante.

Estas lesiones ocurren como consecuencia de pequeños gestos deportivos –lanzar un balón, saltar, frenar o arrancar- que hechos en forma aislada no representan un factor de lesión pero que con la repetición constante de ese gesto, muchas veces realizados con una mala técnica producen pequeñas lesiones degenerativas en algunas estructuras. También puede ocurrir por alteraciones biomecánicas por problemas ortopédicos o posturales (pie plano, escoliosis). Son algunos ejemplos de estas lesiones la tendinitis, muy frecuentes en las rodillas de los saltadores (en básquet o voley) o en los hombros d los lanzadores (tenis o voley), o las lumbalgias en las niñas preadolescentes que practican gimnasia deportiva por la hiperextensión repetida de su columna lumbar. Existen, a su vez, algunos casos en que una lesión crónica produce una lesión aguda, por ejemplo, la roptura del tendón de Aquiles.

Hay otros aspectos que el deportista y su entorno (técnicos, preparadores físicos, médicos, kinesiólogos, dirigentes) deben tener en cuenta para minimizar los riesgos de lesión ya que son verdaderos factores predisponentes:
- Ausencia de entrada en calor y elongación.
- Técnica inadecuada de algún gesto deportivo.
- Alteraciones ortopédicas y/o posturales
- Fatiga general o muscular que llevan a problemas coordinativos durante el juego.
- Falta de indumentaria preventiva (vendas, canilleras, protectores bucales).
- Alimentación o hidratación deficiente.
- Calzado inadecuado (deformado, gastado, suela inadecuada).
- Superficie del juego (duro, mojado).
- Factores ambientales (calor, mala ventilación).
- Factores psicológicos (stress por situación personal).

Por todo lo enumerado sostengo que el primer tratamiento de una lesión y también el mejor, deberá ser una correcta PREVENCIÓN.


Licenciado Gustavo Lafert
Miembro Titular de la Asociación Argentina de Kinesiología de Deporte.
Kinesiólogo de las divisiones inferiores del Club Atlético Independiente.